Hoy en día son muchos los temas que se informan, generando cierta incertidumbre en la población por no saber qué sucederá. Es normal que comiences a sentir un poco cansado, ya que la situación no es clara, pero no debes culparte por sentirte así. En momentos de crisis social, manifestamos síntomas de estrés, ansiedad y angustia, siendo producidos por el aumento del cortisol en nuestra sangre (hormona que secretamos ante el estrés con el propósito de mantenernos alerta y defendernos ante algún peligro externo). Cada persona tiene preocupaciones personales individuales que podemos tener relacionadas a la contingencia o a nuestra vida propia. Un número no menor de personas está mostrando conductas de agotamiento mental, siendo muy variados estos síntomas.
Cuando algo anda mal, nuestro cuerpo habla por nosotros y reacciona de distintas formas. En el día podemos ser muy conscientes y tener todo muy claro sobre cómo manejar la situación y en las noches mientras te dispones a dormir, volver a sentir incertidumbre. Puedes preferir ignorar y evitar para que no nos haga pensar más de la cuenta, pero tu subconsciente te manifiesta inquietud igualmente. En cualquiera de estas dos posiciones que estés, te desestabilizas en distinto grado, ya que nadie está preparado para generar un cambio rotundo en su rutina y el cansancio va tomando poder, dejando que no pienses muy claro.
La última Encuesta Nacional de Salud, quedó reflejado que el 15,8% de la población mayor de 15 años tiene síntomas depresivos y un 6,2% depresión. Además las Organización Mundial de Salud declara que cada vez más son más las personas que tienen ansiedad, antes de llegar a la depresión, quedando reflejado que es una previa para llegar a estarlo.
Es importante que no llegues a este punto, por eso debes preocuparte de tu cuerpo y mente estén bien para poder enfrentar todo de la mejor manera posible.
Entonces, primero debemos asimilar ciertas cosas…
El autocuidado se hace vital y es necesario crear un compromiso con ello. Hay muchos factores que son detonantes del estrés o ansiedad, tales como, un mal ritmo de vida, desorden, confusión y/o presión. Debemos ser conscientes y asumir lo que nos está pasando, mirando hacia nuestro interior y reflexionando sobre las siguientes preguntas:
- ¿He descansado bien?: El estar expuesta a mucha información genera un estado de estrés emocional, puedes optar por leer artículos que fundamenten bien lo que está pasando y regular la información que estás recibiendo. Siempre confirma las fuentes.
- ¿Siento contención?: No sientas vergüenza de pedir contención en tu familia, amigos o con alguien cercano para ti. Es importante generar un entorno seguro.
- ¿Me he estado alimentando e hidratando bien?: Nuestro cuerpo es nuestro principal motor. Necesitamos nutrirlo y darle la suficiente energía para poder procesar todas las emociones en situaciones de estrés emocional. Toma la suficiente agua para mantenerte bien hidratado.
- ¿He reflexionado de manera interna? : Puedes meditar 5 minutos a través de audios guiados (en spotify/youtube hay muchos de ellos). Esto bajará considerablemente el estrés a nivel de pensamiento y te centrará en el presente.
- ¿Acepto lo que me esta pasando?: Acepta todas tus emociones, siéntelas y dale cabida a todas sin excepción. Las emociones son energía en movimiento, si las rechazas se estancan en tu cuerpo.
Algunos tips para poder llevar de mejor manera nuestras emociones
Es vital contar con un poco de ayuda para dormir bien luego de hacernos tantas preguntas (necesarias) y por eso te compartimos algunos tips que puedes aplicar frente a un escenario de ansiedad y estrés:
- Tratar de no consumir alimentos altos en azúcares después de las 3 pm.
- Durante la tarde, tomar infusiones que calmen, como lavanda, melisa o manzanilla.
- Comer liviano, ojalá dejando de lado las carnes rojas o comidas muy pesadas.
- Poner una gota de aceite esencial de lavanda en la almohada para relajarse y ayudar a conciliar el sueño.
- Cerrar los ojos y respirar profundo todas las veces que sea necesario para lograr la calma antes de dormir.
Porque en medio de crisis y tensiones el cuerpo nos advierte que algo anda mal, preocupate por él recordando manejar un buen ritmo en de tu respiración y realizando una rutina de relajación las veces que sea necesario para sobrellevar de mejor manera la situación país, nunca está de más visitar a un especialista o unirte a terapias de reflexión. La idea es poder distraerse un poco y sacar la mente de este modo contingencia para poder reflexionar y entender que somos humanos, que tenemos límites y que podemos apoyar desde donde nos sintamos mejor.
Por último, es clave cuidar nuestro sueño, dormir 7-8 horas en un lugar silencioso y cómodo, realizar un poco de ejercicio (que como sabemos, es muy bueno para botar el estrés). Frente a tanta adversidad lo más importante es hacer frente con amor propio y cuidarnos nosotros mismos, para ser un apoyo para los demás.