Cada mes podemos contemplar y sentir la energía de la luna en sus distintas fases. Este año tuvimos la oportunidad de contemplarla 13 veces, es decir, 1 vez más en comparación a otros años.
La frecuencia que emana la luna nos afecta en algunas ocasiones al ser una energía potente, afectando nuestras emociones y/o haciéndonos actuar de manera distinta.
Entonces la luna llena ¿influye en nosotros?
Según antiguos filósofos, la luna no solo afecta al comportamiento de las olas del mar, sino que también en la energía de nuestro cuerpo y emociones. Sin embargo, desde el punto de vista científico aún no se ha demostrado que realmente la luna tenga influencias emocionales en las personas, pero estudios demuestran que sí altera algunas conductas.
Se cree que todos los objetos del cosmos (las estrellas, los planetas, etc.) producen unas frecuencias, energía que emana de manera intangible en los seres humanos. Al vivir en el planeta tierra, ya somos parte del cosmos y el tener frecuencias altas, se considera que influyen en eventos geológicos.
Un grupo de investigadores suizos realizó un estudio con voluntarios concluyendo que en Luna llena es más difícil dormir profundamente. Los participantes no sabían en qué fase lunar se encontraban y afirman haber demorado más en conciliar el sueño. Según el estudio de Current Biology los investigadores descubrieron que durante esta fase los participantes generaban menos melatonina (hormona que regula el ciclo sueño – vigilia).
Según Vladyslav Vyazovskiy, investigador del sueño de la Universidad de Oxford, explica que; “La única forma de abordar este tema es registrar sistemáticamente al mismo individuo a lo largo del tiempo y de forma continua en diferentes fases”.
La luna y sus efectos a la hora dormir…
Según teorías de la influencia lunar, se pueden distinguir algunos comportamientos. Al momento de dormir y tener nuestra mente neutra y menos alerta, se vuelve un facilitador de energía, trayendo consigo:
- Dolor de cabeza: Al emitir una frecuencia alta de energía, actuando el cerebro como canalizador.
- Estados de ánimo cambiantes: Durante mucho tiempo, se ha creído que la luna es la culpable de conductas que predominan más en luna llena. Se llama efecto “lunático” cuando las personas actuaban con conductas “raras”, sensación anímica extraña y cambios de humor bruscos.
- Mayor exposición a luz ambiental: La retina capta la luz, sobre todo la blanca que es la luz que emite la luna, inhibiendo la melatonina y trayendo consigo un mal sueño.
- Atracción gravitacional: Otro motivo por el cual se sospecha que la influencia lunar es el responsable de las perturbaciones del sueño, se debe a la gravitación de la luna en la tierra, emitiendo onda magnéticas a las cuales ciertas personas son más sensibles. El efecto es pequeño por lo que no está declarada si la influencia de la Luna en el campo magnético de la Tierra es lo suficientemente fuerte como para inducir cambios de fondo, pero si se presentan disminuciones en la actividad de las ondas alfa del cerebro.
Por eso es recomendable que gires la posición de tu cama en luna llena, ya que si esta esta de espalda y llega luz directa a tu almohada, puedes recibir de manera más directa su energía durante el sueño.
Cómo absorber de mejor manera la energía de la luna
Las fases lunares nos ayudan a entender en el momento que podemos aprovechar la luna para que traiga consigo, algunos beneficios:
- Luna nueva: Los primeros días la luna casi ni se ve, ya que permanece oculta. En esta fase se dice que la luna purifica, donde es ideal para desintoxicar nuestro organismo y hacer un viaje introspectivo. Es cuando se recomienda realizar cortes de cabello para que tome más fuerza y crezca más sano.
- Fase cuarto creciente: Es cuando ya se comienza a apreciar parte de la luna. Es la etapa de crecimiento y vitalidad, ideal para realizar actividades interpersonales y proyectos nuevos, ya que la luna está emitiendo energía positiva. Es un buen momento para realizar y atreverte a cosas nuevas.
- Luna llena: Cuando la luna está en su mayor esplendor y en donde comentábamos, experimentamos mayor sensaciones de ánimo al estar más susceptibles a nuestro entorno.
- Fase cuarto menguante: En esta etapa se produce el apagón de la luna, siendo una forma representativa del ocaso para volver a recuperar energías. Es el momento ideal para definir algunos temas inconclusos y cerrar etapas, reflexionar, valorar y fijarte nuevas metas.
Llénate de la energía de la luna a través de collares o piedras que puedan contener su energía, ya que al recibirla de manera directa, altera algunos de nuestros sentidos.
Ya sabes ¡aprovecha bien la energía de la luna y úsala a tu favor!