Consejos para dormir sin pasar frío

El invierno aún no llega pero las bajas temperaturas ya se empiezan a sentir. Mientras dormimos, resulta indispensable evitar pasar frío para poder descansar adecuadamente. Existen diversas tecnologías para abrigarse en la cama que varían no solo en costos, sino en los riesgos asociados. Conoce cuáles son y su correcto uso.

Cuando tenemos frío y dormimos mal abrigados podemos tener problemas al conciliar el sueño. Según expertos, si pasamos frío durante la noche se duerme mal y no descansamos lo suficiente, ya que tenemos un sueño más superficial. Es por esto que aquí te dejamos las distintas alternativas para que escojas el método más adecuado para ti o tu cama según tus preferencias. 

Calientacamas

Las frazadas eléctricas o calientacamas son una rápida forma de frenar el frío en la cama pues funcionan con electricidad. Sin embargo, tener uno implica riesgos como olvidar apagarlo y quemarse durante la noche. 

Han habido casos de incendios a raíz del uso irresponsable de calientacamas, por lo que deben contar con una certificación de seguridad que se puede reconocer como el sello SEC. Éste supone que el producto pasó por pruebas de laboratorio y ensayos, certificando  que se han minimizado todos los riesgos y el producto es seguro.

La recomendación es que su uso sea moderado, es decir, calentar la cama antes de acostarte y apagarlo al dormir. O bien, tener uno con timer, para que se apague solo y no quede prendido durante la noche. 

Guateros

Los guateros con agua hirviendo en su interior siempre son una económica opción para entrar en calor al acostarse. Si bien es una opción económica, puede significar un gran riesgo pues han habido casos en donde se revientan y terminan quemando y mojando. Lo recomendable es evitar llenarlo y sacarle el aire al cerrarlo, para que no quede inflado como un globo. 

Sin embargo, una alternativa sin riesgos son los guateros de arena o semillas, los cuales se calientan en el microondas durante pocos minutos. ¡Algunos tienen aromas!

Plumón

Para muchos, taparse con numerosas capas de  frazadas y mantas puede resultar incómodo al dormir bajo tanto peso. Hoy existe la tecnología que permite abrigarse con opciones más livianas: plumones. Éstos no consumen energía y resultan ser un excelente aislante.

Un buen plumón no genera calor, sino que impide que la temperatura se escape. Nos logra mantener lejos del frío durante la noche, pues son rellenos con plumas de buena calidad que conservan el calor. Entonces mientras mayor es el poder de llenado, hay más aire atrapado en el plumón y de esta manera la capacidad aislante es mayor. 

Pero la solución para evitar el frío no sólo recae en calentar la cama, sino que hay métodos para nuestro organismo. Ya sea en la tela de lo que vestimos, lo que ingerimos o los sitemas de calefacción utilizados en la habitación. Aquí te dejamos otros consejos para que sigas, porque recuerda: si hay frío, no hay descanso.

Beber líquidos calientes

Una rápida manera de entrar en calor es tomando una taza de un bebestible tibio o caliente, ya sea una infusión o agua. Esta alternativa tienen un efecto temporal en la temperatura del cuerpo. Además, tiene un efecto calmante en el organismo. 

Sin embargo, no es buena idea consumir te o café, pues la teína y cafeína son estimulantes del sistema nervioso, lo que disminuye el sueño. 

¿Pijama de polar o algodón?

Si bien el pijama de polar es popular por su suave textura, la verdad que es que la tela de algodón resulta más conveniente para no pasar frío. Resulta que por más cómodo, barato y ligero que puede ser el polar, es una tela que no absorbe la humedad, a diferencia del algodón o la lana. El tejido polar es sintético, por lo que cuando sudes durante la noche, ese sudor no es absorbido y se enfría sobre tu piel. Podrías resfriarte. 

En cambio, el algodón tiene un mejor control de la humedad. Esta tela es transpirable, deja pasar el aire y absorbe la humedad del cuerpo, lo que nos mantiene secos.  En suma es hipoalergénico, por lo que no irritará la piel ni causará alergias. 

Estufa

Las estufas son óptimas para calentar habitaciones, sobre todo si se quiere ahorrar dinero y  no gastar en calefacción central. Sin embargo, su uso adecuado es exclusivamente durante un momento, nunca dejarla prendida al dormir. Si no la apagas, podría tener consecuencias mortales. Recordemos que la combustión se va “comiendo” el oxígeno y, si es deficiente, genera monóxido de carbono (CO), un gas que no se puede detectar porque es inoloro.

De esta manera, el uso de la estufa debe complementarse con un abrigo. La enciendes, y una vez que entras en calor, la apagas y te abrigas. 

¿Ya decidiste qué alternativa prefieres al dormir? Cuéntanos con qué te abrigas en la cama para evitar el frío y obtener un sueño profundo.  Etiquétanos con @flexcl o utiliza el hashtag #flexencasa en las fotos o vídeos que subas a tus redes sociales, utilizando alguna de estas formas de pasar el invierno en tu cama.